19:11

Alianza PAN PRD

Por: Meztizo
¿El botín se les escapa de las manos?

Hace algunos días la noticia más estrepitosa fue: “alianza entre el PAN Y PRD”, ¿algo increíble?, es como mezclar agua y aceite; solo recordemos que el aceite es más denso que el agua y este a la larga corta oxigeno al liquido vital, ¿Cuál de los dos será el aceite?

Esto ha llevado a muchos, tanto panistas como perredistas, a vestir a la prostituta de beneficio social, los dos partidos dicen que no es prostitución política y que a los únicos que beneficia es a la sociedad, esto es una mentira total ya que si analizamos la situación de los dos partidos aliados, estos están a punto del desplome y penden de un hilo muy delgado.

El PRD, ha perdido demasiados votantes, tanto, que es muy probable que para las elecciones del 2012 pierda su principal bastión, el “Distrito Federal”; por el lado del PAN, de igual forma han perdido votos y para el 2012 podrían perder la “Presidencia”, es evidente que a los dos se les escapa el botín de las manos; pero ¡los votantes decepcionados tienen que fraguar su voto por algún candidato!

Nunca nadie se abría imaginado una alianza de ese tipo, ya que los dos partidos son polos opuestos, al PAN se le tachado de Ultra-Derechista, se le relaciona con la iglesia, el yunque, son conservadores, tanto, que se les llego a catalogar de Nazis; al PRD, se le cataloga como de Ultra-Izquierda, son liberales, anticatólicos en su mayoría de líderes, han atentado contra la iglesia en una guerra abierta y sin cuartel, y la mayoría son Comunistas fundadores del extinto Partido Comunista Mexicano.

Jesús Ortega ha dicho que esta alianza es: “Veneno puro para el PRI”.

Vicente Fox ex Presidente de México con mucha razón afirma: "Cuando se trata sólo de derrotar al PRI como se ha dicho, me parece que es muy poco sustento para una alianza como ésa, y lo que representa es una incapacidad de cada partido político de desarrollar liderazgos”.

Lo cierto es que ninguno de los dos partidos ha respetado sus principios al formular esa alianza; ¿y adonde irán todos esos ciudadanos decepcionados con la noticia de la coalición?, ¿cuál es la opción a seguir después de la desilusión de los fanáticos Panistas y Pereditas?, ¿qué camino existe? O ¿Cuál es la única vereda abierta para apaciguar la decepción?, a mi muy particular punto de vista, a los ciudadanos se les está empujando a una sola vía; ese camino es la vereda que lleva al seno del PRI, un partido que no es ni de Izquierda ni de Derecha sino las dos a la vez, Un partido de corrientes y pensamientos encontrados, un partido de polos opuestos que puede albergar y cobijar cualquier ideología, así como lo ha estado haciendo desde finalizadas las elecciones del 5 de julio del 2009, en las cuales se planto con una victoria absoluta, casi aplastante.

El PRI con su Peña Nieto, se postula como una nueva esperanza para todo ciudadano desilusionado, ya que Peña, es el personaje de los compromisos cumplidos una oferta muy tentadora para los votantes que buscan un cambio y no promesas.

¿Y HAORA QUE PASARA CON EL “PRIAN”?
SOLO CABIO SUS SIGLAS A: “PRDAN” “PeRDerAN”

17:46

Los Niños Heroes

Por: Meztizo.

Mentiras de Nuestra Historia
"Los Niños Heroes"

La historia de un país es eslabón fundamental para la consolidación de una nación fuerte y con una moral elevada, estos factores apuntalan, reafirman y siembran la semilla que forjara a las futuras generaciones de mexicanos y mexicanas que procuraran una mejora desde las entrañas de su ser y que realizaran cambios verdaderos. Un suceso histórico crea unidad y sentido de pertenecía entre las personas que se cobijan bajo una misma patria.
Pero ¿Qué pasa cuando la historia de un país se falsifica?.........

Al ser falsificada la historia nacional en aras de elevar la moral e intentar unidad en un país dividido, al principio esa falsedad es aceptada y acogida por los connacionales, pero al paso del tiempo esta ficticia simulación de historia tiende a ser ajena a los ciudadanos y la verdad termina por salir a la luz.

Tal es el caso de la de los famosos Niños Héroes que defendieron el Castillo de Chapultepec; en un vano intento de unificar a la nación mexicana y apaciguar sus ánimos, el Presidente Miguel Alemán, creo toda una odisea respecto a este suceso histórico.


Es a finales de la década de los 40s donde se da inicio a la falsa historia de los niños héroes: Con la visita del Presidente Norteamericano Harry S. Truman a México en 1947 -cien años después de finalizada la guerra contra Estados Unidos (1847) guerra en la cual es usurpada la mitad del territorio mexicano-, este se entrevista con el Presidente Mexicano Miguel Alemán; Truman al depositar una ofrenda en el obelisco del cerro de Chapultepec declara que “Un siglo de rencores se borra con un minuto de silencio” estas palabras irritaron no solo a los cadetes del colegio militar que en la madrugada después de la visita del presidente estadounidense, toman la ofrenda y la arrojaron en la embajada de Estados Unidos, sino que toda la nación mexicana estaba enfurecida con el país vecino.

Miguel Alemán en un intento por aplacar los ánimos de los mexicanos, al día siguiente de que Truman declara aquellas palabras llenas de altanería, en los periódicos mexicanos aparece en ocho columnas el hallazgo de los restos óseos de los niños héroes, es ahí cuando se da origen a uno de los grande mitos de nuestra Historia Nacional.

Según el Historiador Alejandro Rosas, son falsas las siguientes afirmaciones acerca de los Niños Héroes:

Los Niños Héroes NO eran “niños”, ya que el más joven tenía 13 años y el mayor 20.
Juan Escutia NO era alumno del Colegio. Sostengo –dice Alejandro Rosas- que se trataba de un soldado del Batallón de San Blas que, sobreviviente de la matanza de que fue víctima esa unidad en las faldas del Cerro del Chapulín, se refugió en el castillo y trató de escapar con los muchachos, falleciendo al ser alcanzado por la metralla invasora mientras descendía por la pared de la fortaleza. Por esa razón, al pie del cerro se encontraron los cadáveres de Márquez, Montes de Oca y Escutia.

Juan Escutia NO se envolvió con la bandera y se arrojo al barranco, ya que en el Colegio Militar no había bandera y la que estaba en el Castillo de Chapultepec fue arriada por los estadounidenses, quienes la llevaron a su país como trofeo de guerra; esta bandera es devuelta por los norteamericanos en la época de López Portillo; México la recupera 100 años después.

Los restos de los Niños Héroes que se veneran por decreto oficial en el monumento de Chapultepec, SON FALSOS: Ésta es quizás una de las mayores y más groseras falsificaciones de nuestra historia –afirmo Rosas-. Los dictámenes en los que se fundamenta el decreto que reconoce su autenticidad fueron deliberadamente manipulados o, más bien, fueron manipulados los restos óseos para que aparecieran conforme a las leyendas: se dijo que se encontraron seis osamentas, una perteneciente a un adulto mayor de 18 años y las otras cinco, a menores de 14; de inmediato, los “historiadores” que avalaron con su firma el dictamen identificaron los huesos adultos con los de Juan de la Barrera y los otros, con los de los cinco cadetes, pensando que en efecto serían niños.
Pero cometieron un pecado gravísimo para un historiador que se precie de serlo, pues no revisaron la fe de bautismo de cada uno. Alguien sembró los restos a propósito, cuidando de que coincidieran con la creencia de la infantilidad de los cadetes sin tomar en cuenta su edad; y alguien más se atrevió a falsear la verdad histórica para satisfacer las ansias de contar con un mito heroico.
Los llamados Niños Héroes que en realidad eran cadetes del Colegio Militar, SI fueron Héroes en el sentido pleno de la palabra al dar una muestra de valentía, de honor y de decoro que, en efecto, debe ser ejemplo para la juventud: prefirieron sacrificar la comodidad, la seguridad, la tranquilidad, la esperanza de una vida anodina, con tal de cumplir con su deber y quedarse a enfrentar al invasor para defender su colegio. Si en la refriega algunos murieron, ése fue el precio que pagaron por mantenerse dignos y demostrarle al resto del ejército cómo se cumple el deber.
Fueron héroes no por haber muerto, sino porque ellos, junto con medio centenar más de cadetes, resolvieron combatir aun a costa de su vida. Por eso, a los sobrevivientes también debemos concederles los laureles de la heroicidad y no sólo a aquellos que les tocó en suerte morir.

Fue entre los años 1992-1993, que la verdad comenzó a vislumbrarse y Ernesto Zedillo, siendo Secretario de Educación Pública, elimino la historia de los Niños Héroes de los libros de texto, por ser un relato ficticio y no histórico, por esa razón aquel mito ya no es parte fundamental de la Historia de México, la decisión de Zedillo fue para muchos un ofensa imperdonable, e incluso se dijo que era un acto que atentaba contra la historia, pero aquel que en ese tiempo fue tachado prácticamente de traidor, se reivindicaría 17 años después cuando el Historiador Alejandro rosas, revelara los motivo que dieron origen al mito.

Alejandro rosas en un artículo publicado en el año 2005, nos dice que, "Hoy sabemos, que los seis cadetes que cayeron combatiendo no eran los únicos que tomaron las armas para defender a la patria. Había otros (50 cadetes, mas 800 soldados), particularmente uno, que resultó herido y logró sobrevivir. Ese otro “niño héroe” tuvo la fortuna de salir con vida de la batalla, no obstante que se mantuvo firme en su posición defensiva".

Un poco más crecidito, nuestro “niño héroe” se convirtió en la mejor espada del partido conservador y en acérrimo enemigo de los liberales y de don Benito Juárez. De haberlo tenido en sus manos lo hubiera hecho fusilar, como don Benito hizo tiempo después. Nuestro “niño héroe” -desconocido para casi todos-, de haber militado en las filas liberales, también por decreto pudo haber sido llamado: “el niño héroe presidente” ya que ocupó la primera magistratura del país a los 27 años de edad, pero se equivocó de bando y por consiguiente fue condenado al infierno cívico. Su nombre: Miguel Miramón”.
Pero ya en 1964 el escritor revisionista Salvador Borrego nos dice que “Uno de los cadetes heridos, Miguel Miramón, de 15 años, iba a ser rematado por un soldado negro, pero un oficial americano detuvo a este y recogió al herido para llevarlo a un puesto de socorro. Dícese que un soldado irlandés exclamo al ver a otro cadete muerto: ¿Qué hacían los hombres mientras estos niños resistían en el último reducto?....... Los hombres se retiraban mandados por Santa Ana y por Juan Álvarez cuya caballería se encontraba intacta (la caballería se integraba con cerca de 4,000 jinetes). Y al día siguiente caía la capital”.
América Peligra, Pag. 179, 180.



“El sacrificio de sus vidas no fue inútil, pese a la batalla perdida, porque dejaron una gran herencia de valor y responsabilidad; dejaron el más alto ejemplo que puede legar una juventud y dieron a la nacionalidad mexicana en formación un punto de apoyo, un testimonio de la grandeza de su esencia”. Salvador Borrego, América Peligra, Pag. 178.
El tiempo no miente jamás y por mas que se intente ocultar o fabricar la verdad, tarde o temprano esta saldrá a la luz, y solo el tiempo será quien quite la venda de los ojos a todos los mexicanos; esta venda que no hemos elegido colocarnos, pero que se nos ha obligado a portar, en aras de un falso sentido de nacionalidad.


17:35

La historia del país debe reescribirse



Por: Gustavo Mendoza Lemus, Viernes, 20 de Octubre de 2006

"Mitos de la historia mexicana, de Hidalgo a Zedillo" es una novela que nos invita a descubrir el "otro México".

¿En qué momento la historia da un vuelco imaginario y se convierte en ficción?, ¿quiénes se encargan de editar y escribir las líneas del pasado? "Mitos de la historia mexicana, de Hidalgo a Zedillo" es una novela que nos invita a descubrir el "otro México", aquel que en voz Alejandro Rosas, autor del libro, ha sido manipulada en más de una ocasión.


La historia de México está más cerca de ser un mito que un relato veraz de lo que a ocurrido con esta nación desde los tiempos de la conquista.


Según la opinión del escritor e historiador, la mayoría de los sucesos que han marcado el destino del país usualmente no son relatados con la veracidad pertinente en los libros de historia oficial.


"La historia en este país se tiene que reinterpretar y redescubrir para poder volver a conocer a Hidalgo, a Juárez, a Madero, creo que nos hace falta como sociedad, en este proceso de la libertad, de madurez y de la democracia que haya una relectura de la historia", comentó el historiador Alejandro Rosas.


El también escritor de obras como "Los presidentes de México", refiere a que grandes personajes de la historia mexicana se les ha manipulado de tal manera, que algunos han sido "santificados" sin que lo hayan merecido, mientras que a otros se les ha condenado como lo peor de este país.


Ni Zapata era el bárbaro "Atila del sur" como se le llegó a denominar, ni Porfirio Díaz era el abominable tirano como le se llegó a describir, ni Antonio López de Santa Ana ha sido el más grande traidor del país y tampoco Benito Juárez era el gran defensor de los indios que han contado a través de los años; para el autor, todos han sido seres humanos que, a causa de intereses del viejo régimen gubernamental, fueron moldeados a sus conveniencias.


Incuso, para Alejandro Rosas, el mito más descarado que se ha creado en el país ha sido el de la Revolución de México, pues en este pasaje histórico de a principios del siglo XX, se puede apreciar toda la manipulación gubernamental que se utilizó para ensalzar la imagen de algunos personajes y de hundir a otros.


"El mito más descarado que le han contado a México ha sido el de la Revolución Mexicana; para empezar se ha creado toda una imagen de asesinos y desalmados a figuras como Zapata.


Imagínate a un revolucionario que no mate gente, que ande cortando flores por el campo, ¡pues no!, Zapata llegó a matar porque si no lo iban a matar a él, como terminó sucediendo", explicó el autor.


"El momento más sangriento de la Revolución, -continúa explicando el historiador- no llegó con las armas de Zapata ni Villa, sino que llegó en 1915, cuando los cuadillos que llegaron al poder empezaron a matarse entre ellos para ocupar la presidencia de la República".


Siempre se ha comentado entre los historiadores que la historia la escribe el que gana la batalla, éste es el caso de la historia mexicana, la cual fue manipulada al antojo de los primeros gobernantes que el partido del régimen impuso durante el siglo XX, con la única finalidad de crear una idea de unificación y de patriotismo social.


Pero, después de que cerca de tres generaciones han convivido con las mismas mentiras históricas, ¿cómo se puede convencer a las nuevas generaciones, y a las antiguas, que hay errores en la historia del país?, éste es el verdadero reto de los nuevos historiadores, incluso, del nuevo gobierno que dice ser democrático, señala el escritor.


"Lo interesante de ésta época es que, frente a la historia oficial que se está cayendo a pedazos, frente a los libros de texto, que me parece que deberían dejar de existir como obligatorios, frente a todo esto ya hay muchos libros, lo ves con Palou, con Paco Ignacio, con Enrique Krauze, en donde te muestran diversas visiones del mismo hecho y así te puedes formar una opinión más compleja", explicó Alejandro Rosas.


En pleno siglo XXI, ¿cuál sería el mayor mito en el que puede caer el país? se le preguntó al autor.


"Pensar que vivimos en una democracia... si nos creemos eso de que ya entramos a la democracia y de que ya somos un pueblo libre y maduro, volveremos a caer en otro mito, sino hecha un vistazo a lo que pasó este dos de julio", explicó entre risas el historiador.


Así que, antes de creerse cualquier historia, o cualquier discurso de algún diputado o senador, o mejor sería revisar los anales de la historia mexicana para no creerse cualquier cosa.


"Si revisas los discursos políticos, te darás cuenta que todos los años son los mismos, los políticos deberían revisar la historia para que cambien sus discursos", explica Alejandro Rosas antes de concluir la entrevista.


Alejandro Rosas